Si bien el problema no es nuevo, durante los últimos años se ha convertido en una verdadera epidemia. El sentimiento de impunidad de los agresores es tal, que las zonas de mayor riesgo son especialmente concurridas, como el centro de la ciudad, en los alrededores de la mítica Plaza Tahrir, los cines, o parques públicos.
Durante los últimos meses, la sociedad civil ha lanzado diversas iniciativas para concienciar a la población e intentar reducir la dimensión del problema. Entre las acciones más imaginativas, figura la creación de una página web que incluye un mapa que indica qué zonas de la ciudad son las más peligrosas, el llamado harassmap. Además, se ha creado un grupo, el Imprint Movement, que durante los últimos tres días ha desplegado grupos de voluntarios en estaciones de metro y parques con la finalidad de disuadir a los agresores.
0 comentarios:
Publicar un comentario